5 nov 2008

CAESAR VIDAL, POR QUÉ DEJÉ DE SER DE IZQUIERDAS. SIETE PODEROSAS RAZONES... Y AY SI ME CALIENTO... (xogador de chica).

De por que a esquerda coarta a liberdade, como nos demostra a historia, que é unha soa, grande e libre (de interpretacións que non sexan a nosa, por suposto) . E de por que ZP goberna con Mein Kampf na mesilla de noite. "En primer lugar, rompí con la izquierda porque amo la libertad. El amor por la libertad forma parte de mi carácter por diversas razones. Entre ellas se encuentran la pertenencia a una minoría religiosa que ha sufrido durante siglos la persecución y la intolerancia; la pasión por escribir o el deseo de analizar sin cortapisas el mundo que me rodea. Para todas y cada una de esas facetas esenciales de mi vida necesito la libertad y lo cierto es que los grandes proyectos totalitarios de la Historia han sido socialistas... Durante los años veinte, los estados más intervencionistas eran la URSS de Stalin y la Italia fascista de Mussolini y nunca me resultó sorprendente que Hayeck señalara que el nacionalsocialismo alemán, lejos de ser derechista, era tan sólo otro modelo socialista que se parecía enormemente al soviético." Si la gente supiera historia, se percataría de hasta qué punto las políticas socialistas y socialdemócratas de la posguerra son tributarias del fascismo italiano, y hasta qué punto no pocos de los supuestos proyectos progres de ZP fueron antecedidos por medidas legales impulsadas por el propio Hitler. En todos y cada uno de los casos, la izquierda pretende tutelar y dirigir la vida de los demás desde el nacimiento —¡y antes!— hasta la tumba. Sin duda, la perspectiva resulta atrayente para muchos. Para mí, se dibuja escalofriante."

De por que a esquerda, ese inferno, coarta os dereitos do individuo. En segundo lugar, abandoné la izquierda porque creo en el individuo. Personalmente, estoy convencido de que el sujeto de derechos es el ser humano como individuo y no la raza, el sexo o las circunstancias médicas. A decir verdad, la Historia muestra que los derechos individuales son los mimbres de la libertad y que cuando se cercenan —como en el caso de la izquierda— la libertad se ve amenazada si es que no desaparece.

De por que a esquerda é pura e dura inxustiza (é o capitalismo o garante da xustiza, séase, "ó César o que é do César"). En tercer lugar, abandoné la izquierda porque creo en la justicia. Me consta —yo fui uno de los infelices— que, históricamente, la izquierda ha captado a no pocos de sus fieles predicando la justicia. Al hacerlo, no ha pasado de representar el papel de falso profeta. Pocas ideologías hay más injustas que las de izquierda. De entrada, la justicia, por definición, debe dar a cada uno lo suyo y además debe comportarse con todos de manera igual e imparcial, es decir, debe actuar de manera diametralmente opuesta a como pretende la izquierda. Y es que la izquierda siempre ha creído en una justicia que trate a los seres humanos de manera desigual apelando a artificios como la justicia de clase o la discriminación positiva... Por si esto —que ya de por sí es muy grave— fuera poco, la izquierda tampoco da a cada uno lo suyo. Por el contrario, despoja —el término es del propio Marx— a unos para dárselo a otros. Las imágenes que surgen al decir esto son las de campesinos que reciben las tierras de los latifundistas o las de inquilinos que se quedan con los pisos de los propietarios. Semejantes realidades resultarían ya discutibles siquiera porque no se termina de ver la justicia de que se prive del fruto de su trabajo —unos pisos o unas tierras— a un ciudadano para dárselo a otros, pero es que, para colmo, la izquierda tampoco ha actuado tan generosamente nunca.

De por que a esquerda é fea coma o demo, e aínda diría máis, tonta. E os puñeteros titiriteros da farándula, unha asquerosa "mafia roja." Os xenios universais do arte, que se saiba, son de dereitas ou, como moito, de centro. En quinto lugar, abandoné la izquierda porque creo en la inteligencia y en la belleza. A pesar de que la propaganda de la izquierda insiste en lo contrario, la izquierda ha demostrado una pasmosa incapacidad para crear algo bello y, a la vez, inteligente a lo largo de su dilatada Historia. Cuando ha sido inteligente, no ha solido pasar de la categoría de agitación y propaganda y la belleza, por regla general, ha brillado por su ausencia… a menos que consideremos bella una composición tan cursi e idiota como ésa de «el sable del coronel. Cierra la muralla». Todo eso por no hablar del dinero de nuestros impuestos gastado a raudales en gente de la farándula de la más dudosa calidad artística. El hecho de que Miguel Ángel, Cervantes, Beethoven o Shakespeare salieran adelante —y crearan obras geniales— sin pertenecer a la izquierda ni cobrar subvenciones debería llevarnos a reflexionar. El hecho de que la izquierda, a pesar del dinero de los demás que ha gastado en ello y a pesar de sus supuesta superioridad moral, no haya tenido un Bach, un Goethe o un Velázquez sino, como mucho, algunos compañeros de viaje, da para pensar, y mucho.

Opresores, putos opresores. En sexto lugar, abandoné la izquierda porque carece de mensaje que vaya más allá de la opresión de los demás. Por más que se esfuerce en presentarse como un frente de progreso, la verdad es que la Historia ha derrotado en toda línea a la izquierda. Dejó de manifiesto con la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS que el socialismo real había sido una pesadilla más que un sueño y los jirones que aún persisten de ese sistema —Cuba, Corea del Norte, etc.— constituyen muestras patéticas de tiranías cruentas y agónicas.

Razóns persoais (por se xa eran poucas) para abandoar esa lacra, a esquerda. ¿Eres cristiano e de esquerdas? A Ratzinger Z vas... A estas razones de carácter general para abandonar la izquierda, desearía añadir una séptima de carácter más personal. Abandoné la izquierda y resultó decisivo en mi caso, porque soy cristiano. Es cierto que durante años pensé —y estaba profundamente equivocado— que los valores de la izquierda eran algo así como una visión laica de los valores propugnados por el cristianismo. Pensaba yo —y erraba gravemente— que las palabras justicia, libertad o dignidad tenían el mismo significado. La realidad es que no se corresponden ni por aproximación. De la misma manera que el Jesús del Código Da Vinci sólo tiene en común con el de los Evangelios la colocación de las letras del nombre. Conceptos como los de justicia, libertad, dignidad o vida son diametralmente opuestos en la formulación de la Biblia y en la de la izquierda. Basta, sin embargo, ver cómo los denominados cristianos de izquierdas acaban siendo mucho más de izquierdas que cristianos o cuáles son las posiciones de la izquierda sobre la vida o la familia para percatarse de que entre ambas cosmovisiones se despliega un abismo tan insalvable como el que separaba a los réprobos del Hades de los bienaventurados del seno de Abraham en el Evangelio. Una persona que, de verdad y de corazón, ame las enseñanzas de Jesús no encaja con una visión del mundo que pretende controlar al ser humano desde antes de nacer —para facilitar su eliminación— hasta su muerte —para despenalizar su eliminación— ni tampoco con discursos que pretenden encerrar a los creyentes en sus lugares de culto o que pasan por alto la naturaleza humana o la mera realidad a la hora de pensar en las tareas de gobierno.

PALABRA DE DIOS
(TE ALABAMOS, SEÑOR)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Olé por Cesar! Lecciones de historia con muy difícil refutación. La izquierda radical, al igual que la derecha más extrema, son expresiones de una misma realidad totalitaria. Aunque a ZP no le guste y lo "progres" pretenda interponer una superioridad moral inexplicable. De hecho las dictaduras de hoy comparten esa misma ideología de izquierda

Anónimo dijo...

Si, os mellores sempre sodes os que non tedes ideoloxía, nin ideas, nin pensades...esas amebas que se poñen no lombo de outros e que se moven polo simple interese para poder sobrevivir...hoxe no lombo da esquerda, mañá no liberal e pasado Deus dirá (ou Rouco, que igual dá)...por certo, o da superioridade moral...home, respecto de Cesar Vidal, ata o meu can e superior moralmente, dado que este tipo, ao igual que JL non a teñen...nin moral nin vergonza.

Anónimo dijo...

Leccións de historia con moi difícil refutación... ahí ahí, cun par de huevos!!! Quen falou, Walter Benjamin? Máis ben, paréceme que é a historia a que lle dá leccións a Caesar e non Caesar quen dá leccións de historia!!! Os proxectos totalitarios, que lástima, que putada, non son (nunca o foron) propiedade nin monopolio da esquerda... tampouco da "extrema dereita" á que te refires... esa democracia da que tanto temos que aprender, adalid da liberdade, onde os heredeiros dos esclavos poden chegar ó poder (cítote doutro comentario), ten un dubidoso pasado con prodixios da tolerancia e respecto polas regras do xogo como a POLÍTICA DO GRAN GARROTE ("ti leva un pao criminal que arree boas hostias, e chegarás lonxe," algo así dicía Roosevelt), pola cal se intentou INXECTAR DEMOCRACIA EN VENA a varios países latinoamericanos... Herdeira desa teoría é, por exemplo, a actividade norteamericana en Chile, onde se derrocou a un goberno socialista ELIXIDO LEXITIMAMENTE NAS URNAS para facilitar a Pinochet, ese liberal, que IMPARTISE CLASES DE DEMOCRACIA E ANTITOTALITARISMO... Herdeira desa teoría é tamén a política exterior da administración Bush... En fin, pura SUPERIORIDADE MORAL (inexplicable?) por parte da libertaria dereita norteamericana... A democracia, amigos, ten que ser COMO NÓS QUEREMOS -ás veces, nin sequera ten que ser democracia- ou cuidadito, que ven o lobo...

Sabes que é o que pasa, agudo lector(a) da mellor historiografía? Que aquí non estamos para ver que cojones fixo a dereita ó longo da historia para protexer tan altos e nobles fines... Perdón, confundinme, aquí estamos, porque o elixen Caesar e máis Fede (e algúns outros), para demoler a esquerda (a argumentación non importa, todo vale) sen meternos en máis berenjenales... e cando falamos de totalitarismo, non entramos a valorar a Franco, que igual (digo, igual), non era extactamente dos nosos (iso debe ser o que entendes por extrema dereita), pero que fixo ben en apartar do meollo ó populacho... E se hai que dicir que Hitler e Mussolini eran do PC, que cojones, pois metemos todo no mesmo saco... que a ignorancia é moi grande, e total, quen se acorda, quen le, a quen se interesa? en fin, todo muy limpito e aseado, incluso damoslle un cariz personal e paternalista, que non se note que adoctrinamos -que pareza un accidente-, e seguro que, cun pouquiño de promoción, conseguiremos que (coño, mal será, o mundo é moi grande), alguén diga que DAMOS LECCIÓNS DE HISTORIA. A máis pura e rigurosa.

Non me toques os cojones, anda...

Xogador de Chica.