2 nov 2007

TRAGHEDEA DE AMOLLLL. cap. 4. rácing de santander & kiko bótalle o veneno.

Entonces apareció ella: Melissa Katherine Pitruska Perera Mon-toya, una antigua novia de instituto de Efluvio de Amor. Sus compañeros, viles y despiadados, la llamaban La Osa Mayor por sus amplias dimensiones (hablamos de 2x3 metros), pero Efluvio siempre se mostró muy atraído por ella. Fue en aquella época cuando comenzó a sentirse diferente, distinto al resto, un seductor auténtico y original, ajeno a las modas, al culto a la delgadez y al 90-60-90. Caballo grande, ande o no ande, se solía decir. Los Thanckerays con Bombay y Larios hacían mella ahora en los nervios de nuestro protagonista, que al hablar con Melissa Katherine empezó a sentir una tremenda nostalgia... nostalgia de los besos de aquella enorme boca, de las noches en el instituto, con sus manos por debajo del jersey de talla especial... de los viajes en el autobús con el Far West y el Remolacho, ella sentada en los dos asientos y él en su blando y cómodo regazo...

Y en ese instante se olvidó completamente de Yurisleidy. La conversación comenzó a fluír hacia los tiempos pasados, tiempos que, en realidad, ambos nunca habían superado. Efluvio no pudo evitarlo y en seguida puso las cartas sobre la mesa: "siempre has sido la mujelll de mi vida, y siempre lo serás... Si quieres, aún podemos empezallll de nuevo... Entrégate a mí mi corasón, que son diez minutitos... te quitaré despasito las bragas y con ellas haré un toldo de amolllll para los dos, que nos proteja de tanta insensibilidad e incompresión... Pasa pa aquí!!!!!!" La chica intentó escabullirse, pero no podía negarse a sí misma y a sus sintimientos. Amaba a Efluvio de Amor, lo idolatraba a pesar de que él la había dejado plantada en la cola del cine Mon con dos cajas de palomitas extragrandes y una Coca Cola tamaño familiar, huyendo cual perro para irse a La Marosa con una chorbita doce años mayor.

Por su parte, Yurisleidy seguía acumulando cartones, pero la suerte no estaba de su parte, y decidió salir del local. A la salida del Hour Point, Ryan Manuel dormía cual angelito en la acera, hasta que unos chavales se preocuparon por su estado y llamaron a la ambulancia, que llegó en pocos minutos. Yurisleidy reconoció entonces al chico y se interesó por él. La enfermera despertó al borracho a base de hostias, y Ryan Manuel se levantó aún aturdido por la melandra. Todo el mundo le hablaba, incluída Yurisleidy. Y contestaba a todos, "estoy bien, estoy bien", hasta que, entre el gentío, su amor platónico apareció para animarlo... "Tú... tú vaite tommmar ppppfolo jú..." le dijo. En la ambulancia, las enfermeras le hicieron las típicas preguntas para asegurarse de que era persona, tales como "¿como te llamas?" o "¿cuantos años tienes?", a lo que Ryan Manuel respondió con "Congostra" y "sincuenta y cuatro", respectivamente. Finalmente, alguién lo llevó a casa y acabó durmiendo en el hogar como las personas respetables, eso sí, debajo de la cama.

A un par de mansanas, Efluvio intentaba reconducir la situación, pues las heridas aún seguían abiertas y se estaba llevando una bronca del carajo... Las ganas de chingar lo asolaban, pero Melissa Katherine no estaba dispuesta a dar su brazo de leñador de Getxo a torcer...
PODRÁ BIMBAR??? HABRÁ WAARRRRRRRR??? ENSEÑARÁ AS TETAS, HOSTIA???? LO VEREMOS EN EL PRÓXIMO CAPÍTOLO...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jojojojojojjojo!!!

xa vou contento a adestrar!!!!criminal esto da Tragédea!!

Doríforo

que_me_importa_a_min dijo...

De que carallo me sonara a min todo esto!!!Hostia.


HIPER...

Anónimo dijo...

JOJOJOJOJOJOJO, a min tamen me sona algo eh!!!!, creo que o vivin de primeira man.jojojoojo. Mola moitoooo

Anónimo dijo...

mu bueno!!!!! para cando toca o capitulo de viaxe nas lanchitas, je,je,je. crimianal!!!